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Las campanas de la parroquia de Nuestra Señora de la Misericordia, en la plaza de Campanar, han entonado a mediodÃa de este domingo toques que sonaban a duelo. Cientos de vecinos del barrio, que hace tres dÃas se vio sacudido por el peor incendio que se recuerda en Valencia, han guardado un minuto de silencio en homenaje a las 10 vÃctimas mortales de un siniestro que ha reducido a cenizas un moderno complejo de viviendas que empezó a habitarse en 2009. Entre los asistentes, la delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, Pilar Bernabé, o los concejales del Ayuntamiento de Valencia Borja Sanjuán y Pere Fuset.
Pep Benlloch, presidente de la Asociación de Vecinos y Vecinas de Campanar, una de las entidades que han convocado la concentración, insiste en que actos asà ayudan: âPoco a poco lo vas superando pero creo que es un shock que durará mucho tiempoâ. Ãl vive en el núcleo original del barrio y los primeros momentos del incendio le pillaron en la huerta [Campanar estaba rodeada de parcelas de cultivo que paulatinamente se ha ido comienzo la ciudad]. âHa sido muy fuerte. Me vine corriendo para ver qué pasaba con la gente, con esa propagación tan rápida del fuegoâ, recuerda.
Los convecinos de los más de 400 residentes del complejo calcinado se han volcado con ellos. Participaron en la recogida de alimentos y ropa en las primeras horas, coordinados con el Centro de Atención Psicosocial y la asociación Valientes, que se convirtió espontáneamente en punto de recepción de donaciones de alimentos y prendas de abrigo. âQuerÃamos ayudar en lo que pudiésemos, no en primera lÃnea pero sà trabajando detrás, asà que hemos lanzado un crowdfunding para ayudar a las vÃctimasâ, aclara Benlloch. El sábado por la tarde la plataforma La Taula por la Partida y la asociación juvenil de Campanar Poble lanzaron junto a la asociación vecinal la convocatoria del minuto de silencio que ha tenido lugar a mediodÃa.
Carles Torrijos vive en el casco histórico de Campanar y ha sido uno más de los que han enmudecido cuando las campanas tocaban las doce. âNo nos imaginábamos cuando vimos las primeras imágenes de las llamas que esto iba a acabar asÃ. Me da hasta pánico abrir la ventana porque me asomo y si giro la vista a la derecha veo el edificioâ, describe. Explica que hace cuatro dÃas la población celebraba la festividad de la Virgen de Campanar [de hecho, todavÃa hay banderolas conmemorativas colgadas de los balcones] ây ahora, mira, demostrando nuestra solidaridad en una zona que fue famosa en su dÃa por otro tipo de fuegos lúdicos y festivosâ, apunta este vecino al referirse a una conocida comisión fallera, Nou Campanar, célebre por la grandiosidad de sus monumentos falleros y presupuesto.
Carles lamenta la peregrinación de gente que se ve este domingo por los alrededores del edificio calcinado, el conocido fenómeno como turismo de catástrofes. Hay tramos de las avenidas de General Avilés y Maestro Rodrigo [el edificio incendiado está en el cruce de ambas] que siguen cortadas al tráfico desde el jueves, todavÃa no se han abierto a la circulación pero hay mucha gente que se acerca a pie a ver la gran mole negra de cerca. âNo sé cuando el ayuntamiento abrirá estos tramos al tráficoâ, se pregunta.
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âEl barrio está deshechoâ, añade el presidente de la asociación de campaneros de esta parte de la ciudad, Ramón Vila. âMe pongo a pensar y me da mucha impotencia pero me alegro de cómo la gente de dentro y fuera de la ciudad se ha volcado con los damnificados: âNo tengo palabrasâ. El presidente de la Asociación de Vecinos de Campanar le pasó anoche la convocatoria del minuto de silencio y la reenvió a todo el que conocÃa. âHa venido mucha gente para darles su apoyo moral. Ayer el arzobispo de Valencia dio la misa en esa parroquiaâ, asegura. El gremio se plantea organizar más adelante un homenaje para demostrar su cariño a las vÃctimas.
âTodo el mundo se conoce aquÃâ
Junto a las puertas de la iglesia, una mujer y su hija esperan el minuto de silencio sentadas en un banco. No quieren hablar, están todavÃa conmocionadas, pero aseguran que han venido hasta la plaza para mostrar su ârespetoâ a los fallecidos y al resto de damnificados. âNo tengo nada de contar. Somos vecinos y al final todo el mundo se conoce aquÃâ.
Los actos de homenaje se suceden con el paso de los dÃas. Cuando la ciudad se prepara para sus fiestas grandes, las Fallas, diversos miembros de las comisiones falleras de la Federación Benicalap-Campanar convocaron ayer sábado otra concentración de duelo. Decenas de falleros se unieron alrededor de una rotonda situada frente a la fachada del complejo reducido a ruinas.
El presidente de la comisión Escultor GarcÃa Mas-Puerto de Santa Maria, José Belenguer, explicó que todos los integrantes de la falla están viviendo momentos de âmucha tristeza y mucha incertidumbreâ por esta situación âdantescaâ, pues conocen a algunos afectados, que formaron parte de la comisión. âEstábamos nerviosÃsimos, pero por suerte han podido salir y están todos bienâ, resaltó.
Una socia de la comisión de Maestro Rodrigo muestra su pesar. âPaso por la zona y no me lo puedo creer. Me cuesta mirar, porque al final abro la ventana y lo tengo enfrenteâ, declaraba. Reconoce que âestá siendo bastante difÃcil, sobre todo poder explicar a niños más pequeños cómo está la situación. No les puedes mentir porque lo venâ. âEs un sentimiento difÃcil de explicar. La gente que no vive en la zona lo ve y piensa que es una catástrofe, pero verlo todos los dÃas va a ser bastante duroâ.
En la rotonda frente al edificio quemado, un pequeño altar, que empezó a tomar forma el sábado con una rosa, recuerda la tragedia con media docena de ramos de flores, velas, peluches, unas zapatillas infantiles blancas y un cartel en el que se lee âSempre en el cor de Valènciaâ (âSiempre en el corazón de Valenciaâ).
Las caras de la tragedia
El PaÃs
La identidad de los fallecidos en el incendio del pasado jueves en Valencia se ha ido conocido conforme han pasado los días. Familiares de algunos de los 10 muertos hallados (entre ellos dos niños de corta edad), en las plantas octava y novena de las 138 viviendas arrasadas han reclamado respeto y han declinado hablar de ellos en un momento de dolor inabarcable. Los muertos eran españoles, a excepción de una mujer de mediana edad de nacionalidad rusa. Conocida era la afición por el Levante UD del padre de la joven familia que murió encerrada en su piso. Numerosos y respetuosos tuits de aficionados rinden homenaje a la familia. También un comunicado oficial del club que recuerda sus 20 años de socio del padre. En la lista de ausentes se encuentra también una empleada de banca, una profesora del instituto público, una pareja de jubilados y una joven sanitaria, según ha adelantado la prensa local.
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